[otra será la madre de mi hijo...] otra será la madre de mi hijo.
Yo, pagaré con las uñas hincadas en mi lengua,
pero otra será su soledad.
tengo senos áridos
—yo lo proclamo, no el hombre—
vendrá ese hijo, ese auténtico peligro,
a forzarlos cada tarde
y el semen permanente del hombre
será el calor que me acompañe
—como otra será su soledad
y otra la madre de mi hijo—
Yo, que recibo en paz todo lo jugoso,
menstruo, para imaginarlo con música.